Ciudad de México, a 29 de agosto, 2022 – Tanto los autos como la moda son parte esencial del día a día de las personas. Mientras que, por una parte, los autos se convierten en un segundo hogar en el que nos transportamos a todos lados, la moda está presente en cada momento desde los atuendos que decidimos vestir hasta los accesorios, joyería e incluso perfumes que utilizamos.

Por lo tanto, no es de extrañarse que las marcas de vehículos, particularmente las del segmento de lujo busquen de manera constante trabajar con diseñadores de renombre y viceversa. Al final se trata de una estrategia de ganar-ganar para las dos partes.

Tanto las grandes automotrices como las principales marcas de diseñador comparten un mismo objetivo por ofrecer experiencias personalizadas y exclusivas por medio de colaboraciones edición limitada, que son del interés de un nicho de clientes en común con un alto nivel de exigencia y afinidad por productos únicos de lujo que vayan de acuerdo a su estilo de vida.

Sin embargo, esta tendencia no nació de la nada. Personajes como Edsel Ford, descendiente y sucesor del genio inventor del Modelo T, Henry Ford, son responsables por ir más allá de la practicidad y funcionalidad de los autos.

Mientras que, a Henry Ford, fundador de la icónica automotriz norteamericana era conocido por sus disruptivas innovaciones que transformaron para siempre la industria, a Edsel Ford, su hijo y quien se convertiría en director de Lincoln, se le conocía por su marcado interés por el arte y el diseño que plasmaba en los autos.

Fue Edsel Ford quien plantó en Lincoln la semilla del diseño y de la belleza que más tarde germinaría en el característico ADN de lujo de la marca con diseños de autos como el Continental el cual fue calificado en palabras del famoso arquitecto Frank Lloyd Wright como “el auto más hermoso del mundo”.

La colaboración entre Lincoln, Cartier, Givenchy, Bill Blass y Pucci

Fue justamente con el Continental que Lincoln tuvo una de sus mayores colaboraciones con el mundo de la moda y el diseño.

 En 1976 y la marca buscaba hacer el icónico sedán aún más personalizado y lujoso para su exclusiva clientela por lo que lanzó una nueva línea de diseñador para el Continental Mark IV en colaboración con cuatro de las principales casas de moda y joyería del mundo: Cartier, Bill Blass, Pucci y Givenchy.

Cada una de las ediciones especiales ofrecía a los consumidores combinaciones únicas de color para la pintura, exclusivos acabados de vinilo para el techo, así como opciones únicas de decoraciones para el exterior e interior del vehículo.

Adicionalmente el logo de diseñador aparecía en cada ventana tipo ópera y en el panel de instrumentos se podía observar una placa grabada con el nombre del usuario junto con el nombre del diseñador.

Este tipo de colaboraciones resultaría todo un éxito tanto para Lincoln como para las marcas de lujo. Prueba de ello es que años más tarde, Cartier volvió a trabajar de mano de la automotriz de lujo estadounidense, esta vez para una edición especial del Town Car.

Lincoln y Shinola, una unión de origen y diseño

En la actualidad, con una visión de evolución del lujo, Lincoln se ha aliado con Shinola, una marca estadounidense de diseñador que fabrica desde relojes y joyería hasta bolsos e incluso bicicletas y que comparte con Lincoln no solo la pasión por fabricar productos de lujo de manera artesanal, sino también su origen como marca nacida en Detroit. 

En 2021 lanzaron en conjunto el modelo Aviator Shinola Concept, una SUV edición especial que combinaba la filosofía Quiet Flight de Lincoln con los acabados característicos de lujo de Shinola como son el elegante uso de cuero para los asientos y el color blanco perla nácar que se utilizó para el exterior del vehículo, el cual está inspirado en los diales de los relojes Shinola con el mismo acabado.

Para 2022 las dos marcas originarias de Detroit volvieron a trabajar juntas al lanzar dos relojes edición especial para conmemorar los 100 años de historia de Lincoln; el Shinola Runwell Sport Chronograph y el Shinola Runwell Automatic con solo 500 unidades de producción para cada uno.

Ambas piezas tienen el logotipo de Lincoln grabado en la esfera del reloj  y vienen con un estuche de madera de Shinola personalizado con motivo de los 100 años de Lincoln.

Mientras que el Runwell Sport Chronograph cuenta con detalles de rose gold en el bisel, así como negro con rose gold en el dial y en las manecillas, el Runwell Automatic cuenta con un dial en negro mate y números en rose gold, ambos únicos a su manera y definitivamente imperdibles para los amantes de los autos y los relojes.

Hoy más que nunca y gracias a la visión que Edsel Ford tuvo para la compañía hace 100 años, entendemos que hablar de lujo va más allá de un precio. Son aspectos como la experiencia, la personalización y el diseño lo que realmente definen a Lincoln y la distinguen de otras marcas.