La respuesta más obvia es que los 3 nombres del encabezado son leyendas del beisbol, todos miembros del salón de la fama, para ser más precisos, sin embargo, una de las cosas que los tres tienen en común pero quizás no muchos saben, era el amor de estos beisbolistas por sus autos Lincoln; tres vehículos tan clásicos e icónicos como sus propios dueños, a quienes en ese entonces les servían como medios de transporte de primera clase, pero también como una extensión y expresión de su estatus como leyendas.